Fotografia de retrato de Sofia tapándose la cámara. © David de Flores
Fotografia de retrato de Sofia tapándose la cámara. © David de Flores

Seguramente todas estamos aturdidas.

El mundo vuelve a ser un lugar asqueroso que da vergüenza ajena.

Pero nuestros hijos sonríen. Están sanos. Así que seguimos adelante. También, aunque cada día mas mayores, nuestros padres siguen en pie, pero nos avisan de lo que vendrá.

El trabajo es más de lo mismo y luchamos porque cada día sea una final ganada.

En el fondo todo está bien, porque aquí no caen bombas ni las casas se derrumban.

En lo físico todo sigue en pie.

Cómo tiene que seguir.

Pero todo es infinitamente más feo que ayer.

No sé como podemos mirarnos al espejo.

No sé como podemos mirarnos a los ojos.

Los medios hablan de los miles de muertos como quien habla de lo que ha subido el pan o del tiempo que hace dentro de un ascensor.

Hace mucho calor para el mes que estamos. Dónde vamos a parar.

La virgen y por dios o por lo que haga falta, que paremos esta barbarie, porque esto no tiene otro nombre.

Y la cobardía se esconde en las embajadas y en los despachos de los hombres de bien y en los gabinetes de prensa que redactan retorcidos comunicados de prensa sodomizados y vejados por las represalias económicas.

Y los demás, a tragarnos la bola, que digo bola, una mierda y de las gordas.

Menos mal que me han cogido a la niña en la guarde, porque si no, menudo follón.

Imagínate un día cualquiera de tu vida, un domingo que estás en tu casa con tu familia y todo se va a la porra. No existen las calles y el mundo ya no nunca será lo que esperas que sea. Una ruina tremenda en formato escombro, sangre y vendas polvorientas es el horizonte mas lejano con el que sueña cualquier niña, porque lo otro es no abrir los ojos nunca más.

En el nombre de la respuesta automática y en el derecho a defenderme, extermino lo que me molesta.

Y cagarse en dios hace mucha falta.

O me callo mi puta boca si quiero seguir poniendo el cazo.

Así es como somos.

Realmente me costaba imaginar tanto cinismo(político) metido en tanto traje inglés. No creía que el mundo fuera capaz de morderse la lengua de esta manera, como tampoco creía que fuésemos tan salvajes, tan fascistas y tan cobardes. Y cuando digo salvaje no me refiero a lo natural, sino a lo asquerosamente humano, aquello que nos hace capitalizar la usura, la razón y los tipos de interés.

Interesante exterminio que nos dará otros 100 años de terrorismo en cada esquina.

No sé a vosotros, pero yo siento demasiada vergüenza para responder con claridad a mi hijo cuando me pregunta porque el mundo me parece un lugar tan feo.

Hace días que la voz se me quiebra cuando intento darle una explicación sin violar la bondad, la belleza o simplemente, cualquiera de los valores que se defienden cada 5 minutos dentro de una familia. Y cuando digo familia, digo cualquier familia que se cuida y se ama.

Está claro que la estrategia es un sálvese quien pueda y a tomar por culo lo demás.

Perdonarme por tanta palabrota, pero después de 3 o 5 copas de vino a las 2 de la mañana, es lo que mejor me sale.

Y sigo preguntándome donde mierdas están los que quieren salvar el mundo…

Esos que tienen la boca llena de paz, amor y gloria así en el cielo como en la tierra

Seguramente están, donde siempre se han quedado cuando había que jugarse el tipo por los prójimos, escondidos entre los cobardes y los cínicos.

A M E N

PD: Menos mal que todo lo que digo lo dice un sinnadie que solo pide

Amor, humor y respeto.

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