Margaret M. de Lange, «Daughters»
De las pocas cosas que me acuerdo cuando era niño es de los veranos. De las tardes veraniegas que pasaba en el campo de mis abuelos. Sin horas y sin prisas. Desde que la chicharra reventaba la siesta hasta que partías el cuello contando estrellas sobre la hierba. Verano y niños. Niños y verano. Y …