El Valor de Valer

«100 € y una tarjeta de memoria por hacernos las fotos en el día de nuestra boda».

Esto al parecer es una oferta de trabajo. El disparate continúa con la justificación por parte del futuro novio de que el no gana 100 euros en un día y por eso no está dispuesto a pagar más porque nadie le haga las fotos en el día de su boda. Esto al parecer es un razonamiento lógico. Hasta aquí, yo no veo ningún problema.

El problema existe cuando alguien quiere poner precio de algo que no sabe lo que es. Y ese problema no solo es del que está equivocado, sino que se convierte en un problema mayor del profesional que se dedica a realizar ese trabajo.

Hacer las fotos de una boda no solo implica las horas de trabajo de la jornada de la boda, que pueden ser más de 12 horas seguidas, sino que luego hay que añadir el tiempo que conlleva todo el  revelado del material (aunque sean digitales, también hay que revelarlas), visionado, edición, postproducción y retoque, diseño de libros o álbum, etc. Pero aparte de este maravilloso tiempo invertido, hay que valorar la amortización del equipo empleado que suele ser caro, la inversión en formación realizada, valorar el pago de impuestos y seguros sociales, el alquiler de un local, etc, etc, etc.

Pero aparte de todo esto, que realmente es lo que menos me interesa de explicar en este post porque cualquier persona con dos dedos de frente ya lo sabría, lo que sí se tiene que saber explicar, por parte de cualquier profesional, es como hacer valer su profesión.

La profesión no es algo que se consiga comprando un equipo fotográfico caro, unas cuantas tarjetas de memoria y un ordenador potente. La profesión existe cuando hay un compromiso irrenunciable con los buenos resultados, cuando existe una adecuada y exigente formación técnica y cultural, cuando se adoptan prácticas que garanticen la calidad en el servicio, cuando existe un código ético y moral para con el trabajo realizado y sus clientes. La profesión exige muchas más cosas que una buena cámara. De hecho, pienso que la cámara es lo que menos pinta en este asunto. Se trata de hacer valer todo tu saber y tu buen hacer para que tus clientes no solo se sientan satisfechos con el trabajo realizado sino que, además, estén más que contentos de haber confiado en tí.

No sé porque será pero parece que en este país cualquiera con una buena cámara puede ser fotógrafo profesional. Es como si cualquier imbécil pudiera ser cirujano con sólo comprar un bisturí en la farmacia. Y es que esto hay que tenerlo muy claro. Tan claro como que a nadie en su sano juicio se le ocurriría operar a su madre de apendicitis con el recién comprado bisturí en la farmacia de la esquina.  Y esta es una de las razones por las que la profesión de fotógrafo no esta del todo valorada en este país. Para ser cirujano, antes de comprar el bisturí, tienes que superar una más que exigente formación, repleta de prácticas profesionales que garanticen una adecuada preparación. Para ser fotógrafo parece ser que no. Ya seas fotógrafo de bodas, publicitario o reportero gráfico, es primordial hacer valer tu trabajo con toda la dignidad que la profesión se merece. Y esto se hace siendo cada día más exigentes con nosotros mismos, aprendiendo y formándonos. En definitiva, siendo mejores cada día.

Pero, por otro lado, hacer valer tu trabajo también implica decir a muchas cosas que NO. Pero un no que puede significar un SI en el futuro. Nadie mejor que tú, sabe lo que vale tu trabajo, por eso no lo malvendas. Y eso quiere decir que lo valores adecuadamente, ni por debajo ni por encima de lo que vale. Ese es uno de los compromisos éticos y morales que hay que tener con la profesión de fotógrafo, como con cualquier otra.

Aún así, no sé si la solución pasará por tener que volver a viajar de pueblo en pueblo, de aldea en aldea, como Virxilio Vieitez o en un carromato como el de Roger Fenton con todo el material a cuestas para que se vuelva a reconocer el oficio de fotógrafo como tal.

El carromato de Roger Fenton en la guerra de Crimea
El carromato de Roger Fenton en la guerra de Crimea

En cualquier caso, sería maravilloso.

Ánimo, salud y cariño.

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