Al principio, cuando los hombres empezaban a ser hombres, dibujaban sus anhelos y esperanzas en el interior de sus cavernas. Su vida gravitaba en torno a su principal necesidad, la de seguir vivos un día más. Poco después, apareció el más listo entre los listos y dijo que las necesidades se satisfacían gracias al buen hacer de los dioses prodigiosos. Al principio, los Dioses tenían forma de animales, estrellas o soles radiantes. A ellos había que rendirles tributo.
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Cansados de intentar reconocer dioses en pájaros, estrellas y soles, los listos decidieron ponerle rostro humano, mucho más facil de recordar, querer y obedecer por el resto de los no tan listos. La cuestión era hacer la cuestión lo más práctica posible a fin de optimizar el sistema.
Como este invento resulto excelente para el más listo de los listos, no pensando en parar, quiso darle un nuevo enfoque. A partir de ese momento, el listo de la tribu de los listos, sería la mano derecha de dios en la tierra, ya que si se trata de ser prácticos, lo más práctico es resolver los problemas de primera mano, sin tener que recurrir al dios de turno cada 2×3.
Y a partir de ahí, es algo lógico y natural, que fuéramos abandonando el misterio para ir dejando las cosas claras. El más listo de los listos pasaría de ser Rey por gracia Divina a ser Rey por su sangre azul y a los demás les tocaba aguardar y soltar prenda.
Pero poco a poco, el mundo se hizo grande y, estadísticamente más que probable, la población de listos también. Y en algún momento de agitación, el resto de listos dijo: «NOSOTROS TAMBIÉN QUEREMOS SER COMO TÚ«, por lo que la mayoría de listos se unió para cortarle la cabeza al que antes era el listo entre los listos. Había llegado la revolución, pero una revolución de mentirijilla, con mucho ruido, eso si, pero pocas nueces. Por que de lo que se trataba era de hacer lo que se estaba haciendo desde siempre.
Y desde aquello, casi que no ha cambiado nada. Bueno, algunas cosas sí que han cambiado. Ha llegado la fotografía, la champions league, el teléfono móvil, los mac de apple, la cola del paro, el trinaranjus, el punk rock, el cigarrito de la mañana, etc, etc, etc.
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Y en resumidas cuentas, hemos pasado de creer en los seres que habitaban nuestro mundo a exterminarlos. Hemos creado dioses con forma de animales, para luego ponerles cara y dejar solo a uno. Hemos dejado que unos pocos se atribuyan el monopolio de representar a dios en su beneficio. Hemos coronado reyes para luego cortarles la cabeza.
Y todo esto, ¿para que?, ¿para dejar que vengan otros listos, que dicen ser amigos nuestros, y que siga pasando lo mismo desde que salimos de las cavernas?.
Así con este cuento, llevamos ya un buen rato.
Pero mientras tanto, no hay cuidado. Esperaremos a ver quién es el próximo listo.
Sinceramente, esto aburre a cualquiera que lo piense tranquilamente.
Salud, ánimo y cariño, que falta nos hace.
PD: Hoy se me ha ido la pelota, necesariamente.