Hay un tiempo infinito que es imposible contar.
Ni siquiera enumerar el sentido.
Me coloco ante el lugar o el lugar llega, se acerca y te deja ver.
No hay tiempo que perder porque no hay ni siquiera un segundo que ganar.
Solo hay luz que se va, como el agua o la arena entre los dedos de un niño, una mujer o cualquier hombre.
Solo espero o espera la luz por mí.
No tengo nada más que hacer que estar aquí sentado para la próxima eternidad, dure lo que dure. por lo demás, todo puede esperar y mis hijos crecer.
Aquí es el lugar donde uno puede permanecer como un poso que te sostiene como ideal.
Y aquí es infinito, porque lo llevas dentro, incrustado en las pupilas y en el fondo de tu alma.
Aquí estas a salvo, dentro, como en la oscuridad luminosa del vientre de una madre que a punto está de alumbrar.
Aquí no necesitas nada más que mirar y ser lo que siempre has sido. mucho más que un nombre, un título o una casa.
Aquí estás junto a ti misma.
Escúchate.