Tenemos la fea costumbre de no contentarnos con nada. De seguir buscando algo que nos sacie, pues siempre estamos hambrientos de algo.

Tenemos la fea costumbre de no contentarnos con nada. De seguir buscando algo que nos sacie, pues siempre estamos hambrientos de algo.

Ni siquiera siendo ignorantes nos cansamos de buscar. Y es que siempre nos han puesto la zanahoria delante de las narices y casi siempre picamos. Es el juego del pilla pilla.

Cuando alguien busca es porque algo falla. Un vacío que llenar. Una necesidad que aplacar. Un trabajo mejor, una casa mejor. Un no sé qué mejor. Siempre algo mejor que lo anterior. El problema es que no sabemos lo que es mejor para nosotros.

La diferencia entre buscar y encontrar

Hay una pequeña diferencia entre buscar y encontrar. Buscar es interesado, premeditado, planificado, programado. Buscamos lo que no tenemos. Lo que hemos perdido. Buscar es una urgencia, surge de la necesidad, un no sé donde ni que sé yo. Buscar es una palabra que puede sonar desesperada.

En cambio, encontrar  llega sin querer, es fruto del azar, una sorpresa, el encuentro inesperado con un amigo de la infancia, una foto tuya de pequeña guardada en un libro viejo o un recuerdo de tu madre en el fondo del cajón. Las cosas que encuentras llegan a ti como una bendición, como un signo, una señal que debes escuchar. Buscar es estar siempre detrás de un objetivo. Encontrar es dejarse llevar.

 

© David de Flores. Mi madrina, mi madre y una amiga. Proyecto Diario

Buscamos respuestas a preguntas en las que confiamos nuestra solución cuando es la propia pregunta la que nos agita. La duda es necesaria, la duda parte de la búsqueda. Nuestras dudas son nuestro motor, lo que nos mueve. Y en ese movimiento se suceden los encuentros, los hallazgos que nos despejan el camino y nos indican con intuición que camino elegir, como el gato de Alicia en el País de las Maravillas:

 

ALICIA

¿Podrías decirme, por favor, qué camino debo seguir para salir de aquí?

GATO

Esto depende en gran parte del sitio al que quieras llegar.

ALICIA

No me importa mucho el sitio…

GATO

Entonces tampoco importa mucho el camino que tomes.

(…)

 

Es importante saber dónde quieres llegar si tienes que elegir. Si no te importa, no importa lo que elijas, déjate llevar.

Hace algunos años, cuando estaba desarrollando, Diario, mi primer proyecto fotográfico durante un curso en Lens, estaba muy afectado por la muerte de mi abuelo. Quería hablar de cómo me encontraba y sobre todo de lo vacío que me encontraba. Le estuve dando vueltas a la cabeza porque las fotografías ya las tenía y no encontraba un sentido que cumpliera lo que buscaba. Buscaba hablar emocionalmente de la pérdida. Poco a poco fue creciendo la idea de que eso solo era una parte de lo que me pasaba.

 

@ David de Flores. Mi abuelo y mi abuela. Proyecto Diario

Una noche, mientras escribía mis notas en mi libreta, poco antes de presentar el trabajo, comprendí que este primer proyecto tenía que hablar de mí, de mi posición en el mundo, de quién era y de como me sentía. De mi relación con el mundo y de mi familia. La pregunta era quién soy y la forma de contarlo no podía ser sólo con fotos. Necesitaba que estuviese mi libreta, dónde vuelco todo lo que pienso y me sucede. Por fin tenía la forma. Un hallazgo. Todo un encuentro.

 

@ David de Flores. Proyecto Diario

No sé vosotros, pero siempre que busco algo que necesito, no lo encuentro cuando lo estoy buscando, justo en el momento que más falta me hace.

Al cabo de unos días, un mes o tres lunas llenas, lo encuentras sin querer en el fondo del cajón.

Y es cuando te das cuenta de que llega en el momento justo, cuando todo cobra sentido.

Amor, humor y respeto.

 

© David de Flores. Mi hermana y yo. Proyecto Diario

 

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