Haya gigante de Irati

Quiero ser árbol.
Y lo soy.

También tengo raíces
y ramas que abrazan.

Y huéspedes que me habitan,
como los recuerdos y las heridas.

También doy sombra y refugio
a quién se cobija.

Me siento árbol
y estoy bien arraigado a este mundo que tiembla.

Miro al árbol y me fundo en el.
Estoy en el y sufro como el.




No tengo otra manera de expresar mi gratitud y amor que mirar y escuchar lo que veo.
Sobrevaloramos lo que parece que es y necesitamos dejarnos ir por los silencios que se esconden tras lo que vemos.

Pero para eso, hay que buscar el silencio.
Y el silencio implica el esfuerzo de concentrar la atención.

Y ahí, es donde surgen las revelaciones.

Donde puedes encontrar una pista de algo más sutil y grande de lo que aparenta ser.

Árboles de vida es una justificación.

Un pretexto para ser bosque.

Y la foto es tan solo la excusa que me permite ser quién soy.

Amor, humor y respeto



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